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la "Cooperativa Colonizadora Fernheim"
En las primeras décadas del siglo XX el gobierno paraguayo incentivó la colonización europea, en particular de grupos menonitas, del Chaco occidental. Este interés se debía a las disputas territoriales por la región del Chaco con Bolivia. En el año 1921 Paraguay otorgó a todos los menonitas que estaban dispuestos a asentarse en el Chaco occidental amplios derechos y privilegios. Podían gozar de libertad religiosa, estaban exentos del pago de impuestos y los hombres jóvenes no tenían que cumplir el servicio militar. Se les permitió que establecieran su propio sistema de educación, con escuelas que enseñaban en alemán, un sistema de jubilación y de seguros e incluso que desarrollaran órganos legislativos propios. Paraguay era el único país que garantizaba a los menonitas tantos derechos y libertades tan amplias.
Ésta fue la razón por la cual un grupo de menonitas, cuyos antepasados habían migrado en la década de 1870 desde Rusia a Canadá, decidieron aceptar la oferta de Paraguay. Lo hacían en un momento cuando Canadá empezó a implementar políticas de asimilación que restringían libertades de lengua y de credo religioso. Otros menonitas vinieron de la Unión Soviética, discriminados por las políticas estalinistas.
Entre los años 1927 y 1932 se establecieron 1400 inmigrantes menonitas en el Chaco occidental. Fundaron la Colonia Menno, estableciendo más de 255 granjas. En 1930 se creó la Colonia Fernheim con 2000 habitantes y en 1947 la Colonia Neuland con 2500 habitantes. Los primero años fueron muy difíciles. Los colonos no estaban preparados para la sobrevivencia en el Chaco, un ecosistema que desconocían totalmente. Tuvieron que enfrentar desde sequías y tormentas de arena, hasta enfermedades subtropicales y escasez de agua.
A pesar de estas dificultades las comunidades menonitas pronto se destacaron por su alto grado de auto-organización, su fuerte solidaridad interna y su creciente éxito económico. Esto, junto a las libertades y los derechos de autodeterminación que les fueran concedidos por el gobierno paraguayo, ayudó a que fueran percibidos por algunos como un "Estado dentro de un Estado".
Uno de los ejemplos del éxito económico de los menonitas es la Colonia Fernheim. Fue fundada por colonos menonitas de origen alemán provenientes de la Unión Soviética. En la actualidad cuenta con más de 4000 habitantes distribuidos en 24 aldeas. El centro es la ciudad de Filadelfia que se encuentra a unos 450 km al noroeste de Asunción. En ella conviven personas de diferentes culturas y orígenes étnicos. Hoy en día viven en Fernheim y las dos colonias vecinas, Menno y Neuland, 14 000 personas de habla alemana.
En 1931 se creó en Fernheim la primera cooperativa del Paraguay. Su fundación fue impulsada por el crecimiento agropecuario de la colonia menonita. La cooperativa se basa en un sistema democrático de autogestión y es administrada por un consejo electo por todos los socios para un período de tres años. La cooperativa Fernheim nuclea en la actualidad a más de 1500 socios. Son agricultores, productores de carne y productores de leche. La organización en cooperativa permitió la planificación conjunta de programas de desarrollo y la realización de actividades económicas en común.
Así se generó a lo largo del tiempo una tecnología de producción adaptada a las condiciones climáticas y los suelos del Chaco semiárido. También se desarrollaron procesos industriales que permiten ofrecer al mercado nacional e internacional productos de alta calidad como maní, sésamo, algodón, tártago y una amplia gama de productos lácteos y de carne.
Bibliografía sobre Fernheim:
- Kleinpenning, Jan M. G. 2009. The Mennonite Colonies in Paraguay. Origin and Development. (Redacción: Peter Altekrüger) Ibero-Bibliographien 5. Berlín: Instituto Ibero-Americano.