Luz verde para Red Fox:
echando raíces en El Salvador
La empresa Red Fox, que desde 2006 cultiva a gran escala geranios, petunias, poinsetias o flores de Navidad y margaritas del Cabo para su exportación a Norteamérica tuvo su origen en un pequeño establecimiento de jardinería perteneciente a la familia Dümmen en Rheinberg (Renania del Norte-Westfalia).
"Primero viajamos por toda América Central con una estación meteorológica móvil en busca de la 'ventana meteorológica' adecuada en cuanto a la cantidad de horas de sol, el perfil de temperatura y la humedad relativa del aire," explica Simon Schulz, socio y gerente de la empresa en San Salvador. "Aquí encontramos las condiciones ideales, no sólo en lo que al clima se refiere: en el plazo de quince días nos dieron todas las informaciones solicitadas y nos explicaron también las condiciones administrativas y fiscales, por ejemplo las estrictas leyes de protección de la naturaleza y el programa de repoblación forestal, en el marco del cual ya hemos plantado 100 000 cafetos y 5600 árboles. Además recibimos suelo a un precio económico y el derecho a establecer una zona de libre comercio. Junto a otras explotaciones agrarias formamos un complejo industrial de 155 ha en el que todos podemos producir sin pagar impuestos hasta 2018."
"¿Cómo cultivamos? Sin ingeniería genética, sólo con cruces de plantas y mutaciones. La vía de cultivo tradicional produce resultados claramente más rápidos y mejores. Y reducimos el empleo de pesticidas al mínimo posible. Pero ese mínimo es inevitable, ya que en nuestro principal país comprador rigen las leyes de importación más estrictas por miedo a los parásitos."
En momentos picos de producción Red Fox emplea en El Salvador a aproximadamente ochocientas personas. De ellas, unas cuatrocientas, todas ellas residentes en los alrededores, tienen puestos permanentes. Por lo tanto, el cultivo de flores representa para ellos una renta anual, a diferencia de lo que sucede con los tres grandes monocultivos del país: café, caña de azúcar y frijoles, que ofrecen sólo unos tres meses de trabajo estacional.
Existe incluso una cierta competencia con los productores de café por la mano de obra. Pero en las instalaciones de Red Fox hay una enfermería y una guardería infantil para las familias de los empleados, lo cual contribuye a aumentar el atractivo de este lugar de trabajo.
Red Fox ha resistido bien la crisis económica mundial y quiere seguir expandiéndose. Simon Schulz: "Eso también es bueno para el país: contra las diferencias extremas entre ricos y pobres, contra los grandes contrastes sociales, una cosa ayuda seguro: más trabajo bien pagado." (2009)