Prestando atención:
sutilidades idiomáticas del Uruguay
El Atlas lingüístico Diatópico y Diastrático del Uruguay (ADDU) es un proyecto conjunto del Prof. Dr. Adolfo Elizaincín (Universidad de la República, Montevideo) y del Prof. Dr. Harald Thun (Christian-Albrechts-Universität zu Kiel) financiado por la Deutsche Forschungsgemeinschaft.
El objetivo del atlas es la documentación de la variación lingüística en todo el espacio lingüístico del Uruguay y de sus zonas fronterizas con la Argentina y el Brasil. El atlas se basa en la metodología de la dialectología pluridimensional. Se registra el habla en 75 localidades (aspecto "diatópico") y en más de 250 grupos diferenciados socio-culturalmente, según los criterios: nivel de escolaridad, edad y sexo (aspectos "diastrático", "diageneracional" y "diasexual"). Además, se tiene en cuenta el contacto lingüístico entre el portugués y el castellano (aspecto "dialingual"), la variación entre distintos estilos del habla (aspecto "diafásico") y la diferencia entre el uso concreto de la lengua y el hablar sobre la lengua (aspecto "diareferencial"). Selectivamente se considera la variación causada por la estabilidad o movilidad residencial de los hablantes (aspecto "topodinámico").
El mapa básico se caracteriza por la presencia de cuatro grupos en cada localidad, simbolizados por una cruz que atribuye un lugar definido a cada uno de ellos. Los representantes del grupo "socio-culturalmente alto" y de la generación anciana se encuentran en la casilla superior, del lado izquierdo; el grupo "socio-culturalmente alto" y de la generación joven ocupa la casilla superior derecha; los dos grupos "socio-culturalmente bajos" se ubican en la parte inferior.
El mapa Caçula es un ejemplo de los mapas de distribución del habla lusófona en el atlas. Muestra que en el Norte del Uruguay se habla una variedad portuguesa que se caracteriza por su conservadurismo frente al portugués brasileño. Este afrolusismo, muy popular en el Brasil, se está difundiendo paulatinamente en el Uruguay lusófono. La pluridimensionalidad del atlas permite seguir con bastante precisión el camino de esta innovación léxica.
Proveniente del Brasil, CAÇULA entró a la franja fronteriza del Uruguay, probablemente a través de la telenovela brasileña. En la zona más alejada de la frontera, donde la televisión brasileña no había llegado en el momento de nuestras encuestas, la palabra CAÇULA se desconocía totalmente. En la frontera particularmente los grupos "socio-culturalmente altos" reconocen y utilizan CAÇULA. Si tenemos en cuenta diferencias generacionales, notamos que muchos ancianos todavía no conocen esta innovación léxica o solo de manera pasiva.
(Harald Thun)